Que Mayra Mendoza reclame a Edesur por los millones de pesos nunca invertidos es una canallada. Fue su mismo gobierno el que durante doce años le condonó las deudas, la subsidió y le avaló los aumentos constantes del servicio bajo la excusa de la imposibilidad de brindar servicios. En otro caso distinto, pero similar, fueron los mismo funcionarios de la Cámpora los que le pagaron doce mil millones de dólares a Repsol cuando estatizaron YPF para rápidamente reprivatizarla entregándosela a la yanqui Chevrón. Para esa misma época los kirchneristas amagaba con la creación de una "YPF eléctrica" cuyo objetivo, otra vez, era rescatar a los dueños privados de Edesur y Edenor que amenazaban con la quiebra. Es verdad que Edesur nunca puso un peso de los cientos de millones que recibió del Estado así como es verdad que el Estado nunca las dejó de subsidiar.
También Mussi fue cómplice absoluto de esta política durante todos sus gobiernos. Y peor aún, fue él mismo el que avaló la construcción en pleno centro de la Ciudad de la subestación que decenas de expertos demostraron generar efectos contaminantes nocivos para la población. Edesur contamina a los obreros para reducir costos.
Mussi mismo mismo movilizó a su policía para reprimir al pueblo que se movilizó en masa para frenar la obra.
Por otro lado, fue ante sus propias narices, que los cableados de Berazategui se vinieron abajo y los transformadores no paran de explotar.
La falsa guerra entre los intendentes y Edesur cumple las veces de desviar la atención hacia las verdaderas responsabilidades del colapso que sufre nuestra ciudad. Pretenden llevarnos detrás de la política que encubrirá las tres décadas de vaciamiento del sistema eléctrico mientras el Estado avalaba el crecimiento de las acciones en bolsa de las privatizadas. Ahora Mayra Mendoza y Mussi nos querrán hacer creer que la política a seguir es quitarle la concesión a los dueños de Edesur para pasarla a otras manos que seguirán especulando con los bienes del pueblo. No nos dejemos engañar.
La fuerza de los piquetes que se desarrollan en todas las esquinas debe servir para conquistar, no el rescate, sino la nacionalización definitiva de las empresas eléctricas. Para ello, es necesario que los mismos obreros tomen el control del funcionamiento de la empresa y supervisen su funcionamiento de ahora en más. Así tendremos las condiciones adecuadas para convocar a un comité que asuma de forma urgente la crisis eléctrica que atraviesa el Conurbano. En él podrán participar los partidos políticos existentes, pero sobre todo se deben elegir representantes de los usuarios que sufrimos de forma cotidiana los cortes de luz. Mientras tanto, de forma urgente, conformemos cuadrillas de trabajadores pagos con los fondos de Edesur para que tengamos un plan de acción concreto que devuelva la energía eléctrica a los barrios y optimice de una vez por todas nuestro servicio.
Si no se toman medidas urgentes el coronavirus llevará a una catástrofe.
Aún la podemos evitar
Piquete en Avenida Vergara
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