Improvisación
Hace exactamente dos años, a esta altura del invierno, la comisión
provincial evaluadora de escuelas técnicas, en aquel momento digitada por el
gobierno de Maria Eugenia Vidal, preparaba el proyecto de cierre de las tres
escuelas técnicas más grandes de Berazategui, reconocidas nacionalmente por su
trayectoria de investigaciones que las llevaron a ganar premios en todo el
mundo. En los medios de comunicación el vocero de la nueva disposición era nada
menos que el intendente Patricio Mussi quien se refería a una “reforma tecnológica
de la educación”. Desde que se conoció el proyecto no pasaron ni dos semanas en
gestarse lo que fue reconocido por propios y ajenos como “la movilización
popular más grande de la historia de Berazategui”. Mientras en la localidad de
Moreno el pueblo entero se levantaba exigiendo justicia por dos trabajadores de
la educación muertos por una estufa que estalló sin ser revisada, en
Berazategui los gremios docentes encabezaban un nuevo reagrupamiento político
que se las traía. Estudiantes en masa junto a obreros del vidrio, del papel y
fundamentalmente municipales marcharon en defensa de la educación técnica. Se
iniciaba una nueva etapa política de lucha en la ciudad que exigía en las
calles la renuncia inmediata de Vidal.
La pueblada hizo al gobierno de Mussi apretar el freno en su giro político
decisivo hacia el macrismo que durante cuatro años financió con créditos del
ANSES la obra pública de Berazategui y los subsidios a las “PYMES” del propio
intendente. Son popularmente conocidas estas obras, muchas de las cuales nunca
fueron acabadas. En Barrio Marítimo un complejo de casi dos mil viviendas se
construyeron sin nunca ser refaccionadas mientras los vecinos del barrio
habitan hacinados en condiciones inhumanas al borde del río más contaminado del
país. La falta de agua es una constante en toda la zona, pero no se ha reparado
un caño. Los negocios millonarios entre Mussi y Vidal preparaban las condiciones
para lo que ya era vox populi, Mussi
preparaba fórmula 2019 con Vidal. Tres meses después, la estrategia había
cambiado y Mussi volvía a presentarse en soledad a todas sus conferencias de
prensa, o con su padre que volvería a una candidatura. Para enero de 2019 ya
estaba claro que Mussi padre iría a las elecciones en una lista cortada,
separado de todos los candidatos provinciales y nacionales. En Abril, en
cambio, anunciaba ser el candidato a intendente del Frente de Todos. Ya en
enero de 2020 Mussi denunciaba públicamente tras la aprobación de la Ley
Impositiva 2020: “sin duda esto significará un agujero para nuestro municipio
mucho más grande del que nos ha dejado la ex gobernadora Vidal”. En fin, no
puede hacerse referencia al gobierno municipal en términos ideológicos pues se
trata simplemente de un aparato político que navega de acuerdo a los intereses
del momento. Los volantazos no son la excepción sino la regla. No olvidar jamás
que el propio Juan José fue candidato de De Narváez en la primera derrota
electoral kirchnerista.
Envalentonados por la crisis social y el agravamiento de la pandemia, hace
unos días, un sector de grandes comerciantes de Berazategui decidió lanzarse a
una inédita experiencia derechista en el municipio que agitaba los slogans
políticos de Trump y Bolsonaro en la Ciudad. Pero no pasaron la primera prueba,
pues en su primer gran debate se vieron obligados a defender la aplicación de
la ya oficial política de gatillo fácil de la policía local. Los libertarios
tenían que defender a la policía… de Mussi, que recorría hospitales con Kicilof
en defensa de la cuarentena. La burguesía y la pequeño burguesía que pretendan ser arrastradas políticamente por el gran capital encuentran límites
insuperables a la hora de pensar en perspectiva. Toda iniciativa estratégica se
encuentra del lado de los oprimidos.
Cuarentena
Mussi no dudó un segundo en presentarse como el gran defensor de la
cuarentena en su primera fase. Tenía claro lo obvio, un mínimo sacudón al
sistema sanitario bastaría para su saturación. Sin embargo, a contracorriente
de su folletería, en el primer mes, no se cerró ninguna (ninguna) fábrica en
Berazategui, ni esencial ni inesencial, esto a pesar del reclamo de los
trabajadores de Rigolleau y Femsa (Coca – Cola) que denunciaban la existencia
de casos en la fábrica que semanas después se multiplicaron exponencialmente. A
los veinte de los cien días de cuarentena, Mussi reabría los comercios. Dos
semanas después declaraba en todos los medios locales: “ya no queda ninguna
rama por abrir. De ahora en adelante nuestra salud depende de la
responsabilidad del vecino”. Mientras tanto reflotaban las denuncias en toda la
ciudad de vecinos detenidos por circular en las calles sin autorización. Cien
días después, los trabajadores del Hospital Evita Pueblo han lanzado un
comunicado público denunciando el colapso de las camas de terapia de intensiva,
de las salas de internación y de los centros de aislamiento, tres de los cuales
dos sólo fueron fotos pero jamás inaugurados.
En medio de la cuarentena Kicilof en acto con Mussi firmó un paquete de treinta
mil millones de dólares destinados a la industria del conurbano. Se trata,
claro, de un rescate a las grandes empresas de la Provincia. En particular, en
Berazategui el Estado pagará otra vez los sueldos de Rigolleau que, recordemos,
jamás dejó de funcionar 24-7. No pretenderá Mussi además exacerbar a los
liberales si recordamos que el propio Cattorini, dueño y principal accionista
de la fábrica, es él mismo desde hace unos años parte del gobierno. El Banco
Provincia rescata, digamos, a sus propios funcionarios.
Nada de la industria fue reconvertido. La intendencia no tuvo la mínima
intención de poner el desarrollo técnico de la ciudad (que lo hay, y en
demasía) a la fabricación ni de respiradores, camas de internación ni ningún
insumo para el cuidado de la población. Se vio de hecho obligada a solicitar insumos a
la intendencia de Ensenada que había recibido parte de las mascarillas traídas
desde China. Desde este blog, el segundo día de cuarentena, presentamos al municipio
un gran plan de acción que apuntaba a hacer frente a la crisis sanitaria que se
preveía (https://bit.ly/2CKLcSV). El municipio hizo oídos sordos a todos los reclamos. Enfrentó, por
su parte, con uñas y dientes la huelga de los recolectores de basura que
exigían condiciones sanitarias adecuadas para realizar su trabajo a la vez que
reforzó la presencia de la policía local, no en defensa de la cuarentena sino
como método de marcar el camino en la brutal guerra narco que se desarrolla en
las barriadas y que se llevó en las últimas tres semanas la vida de dos jóvenes
por gatillo fácil. Claro que tampoco la policía ha servido para frenar el
crimen que se multiplica día a día con denuncias de todo tipo. El pueblo de
Berazategui que se encuentra realizando sacrificios descomunales por el cuidado
de su salud ha sido estafado por el gobierno municipal en nombre de una
cuarentena que jugó las veces de rescate al gran capital. Berazategui marcha al
colapso y la indefectible agudización del enfrentamiento entre las clases
sociales. Como en el año 2001, los obreros debemos luchar por reagrupar a
desocupados y las clases medias en un gran polo político de lucha encabezado
por los proletarios.
Movimiento Obrero
Aquí la gran cuestión. En consonancia con una nueva generación de
luchadores en todo el país, Berazategui atraviesa la transición inédita de la
formación de un reagrupamiento de vanguardia de la clase obrera que ha tenido
ya sus primeros ensayos con huelgas victoriosas (municipales, papel, escuelas
técnicas), reuniones masivas y hasta enfrentamientos con la policía. Ante la
desaparición exacerbada de SUTEBA Berazategui (ahora miembro directo del
gobierno municipal), se han conformado agrupaciones de trabajadores de la
educación de todo tipo y color con grandes perspectivas de lucha que
conquistaron, por ejemplo, la absolución de Jorgelina Pereyra quien había sido
separada de su cargo por defender la enseñanza de derechos humanos en la
escuela. El movimiento piquetero atraviesa también una etapa de reconversión
luego de varios de reflujos como consecuencia de su cooptación primero al
kirchnerismo y luego al ministerio de Carolina Stanley, cooptación en la que el
famoso y honorable Polo Obrero de Berazategui picó en punta de la mano de
prebendas que luego utilizaba para perseguir opositores. No es casualidad, por
ejemplo, que la tendencia electoralista y democratizante encabezada
políticamente entre la izquierda por Gabriel Solano, Néstor Pitrola y Nicolás
del Caño nunca haya hecho pie en Berazategui. Esto responde a las enormes
tendencias de lucha política claras y avanzadas que recorren el distrito. La
lucha ya ha adoptado variantes políticas
decisivas.
La cuestión pasa entonces por envolver de forma organizada todas estas tendencias. La improvisación empírica que ha caracterizado a la izquierda en los últimos años debe ser urgentemente reemplazada por métodos de planificación política que apunten a darle consistencia a los movimientos de lucha que se desarrollan en Berazategui y expanderlo mediante la propaganda a la gran masa de vecinos. Es hora, por caso, de preparar las condiciones para un gran congreso de trabajadores de Berazategui encabezado por obreros de la salud y que discuta la reorganización de la Ciudad frente al colapso sanitario que ya es cuestión del presente. El proletariado deberá ser protagonista necesario de la crisis histórica y sus consecuentes respuestas que invadirán la política argentina en las próximas semanas.
Tomás Ridel
Comentarios
Publicar un comentario