Que falte el agua en Berazategui no es una novedad, sino la regla. Los
barrios populares ubicados en Marítimo, El Pato o Souriguez han protagonizado
cientos de movilizaciones y cortes de calle que tuvieron su pico en el año 2016
cuando se detectó la existencia de la bacteria Shigella en los pozos acuíferos
que enfermó de gravísimas diarreas a decenas de niños. En aquel entonces se
suspendieron las clases y se prometió la limpieza de todos los pozos de agua y
la extensión de su red a todos los distritos de Berazategui. Se prometió la extracción
de nuevos pozos en El Pato.
Los pozos de agua se han saturado y la escasez se ha expandido a toda la
Ciudad, incluso los barrios privados y de clase media alta. Las redes sociales
estallan de denuncias y se están organizando reclamos de vecinos en
toda la Ciudad. La escasez masiva de agua se da en el medio del ascenso de la
curva de la pandemia que refuerza más que nunca la necesidad de los cuidados
higiénicos. Las soluciones no se pueden hacer esperar ni un minuto más. Sin agua no se puede vivir.
Tomás Ridel
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