De tantas veces que en la prensa se reitera el lenguaje de huida por parte de los voceros públicos del gobierno nacional la misma debe ser caracterizada como tendencia general. Esto es, utilizando el verbo que le gusta al periodismo socialista de la Argentina, asistimos a la etapa de agotamiento final del alberto fernandismo. Por contexto internacional los voceros saben con claridad que su continuidad en el gobierno es desde hace al menos dos años accesoria. Por mucho menos de lo que sucede en Argentina estalló una rebelión popular en Chile.
Este párrafo aburrido, chilenista y repetitivo ya a esta altura - si se quiere, es SIN EMBARGO, el eje central de agitación de la campaña electoral. El kirchnerismo ha creado un nuevo sujeto social en la Argentina que es el obrero precarizado, despojado de las posibilidades históricas de hacer carrera laboral apoyado en su obra social. El movimiento obrero lucha en estado defensivo por no retrotraerse en general. El "último kirchnerismo", el de Alberto Fernández, reventó los convenios docentes, habilitó las reformas de estatutos en todas las provincias, abrió las escuelas en pandemia. El gobierno acaba de anunciar un cese en inmediato en el gasto en dólares de insumos médicos y una baja en el presupuesto correspondiente. LA CAMPAÑA ELECTORAL PLANTEA UN LENGUAJE DE GUERRA DE CLASES CONTRA EL GOBIERNO DE SERGIO MASSA.
Este lenguaje, clasista, elevado, aburrido y anticuado es, sin embargo, la base que explica el sostenimiento de las listas derechistas dentro de la interna. Digo sostenimiento porque Bullrich no está en ascenso sino Larreta en retroceso. Los SPOTS han pasado en general desapercibidos. La estética de la Libertad Avanza no pudo superar aún su estado de adolescencia. Son plataformas políticas incapaces de desarrollarse en contextos de retroceso del capital financiero. El CEO de Ford dice en la tapa de Fortuna que priorizará dólares para la fabricación. Cháchara para pedir dólares. La crisis de vaciamiento del Banco Central y del tesoro es concreta. Plantea un Default financiero y una reorganización general de las transacciones comerciales generales del país. En la academia se dice que está en juego la dinámica del comercio exterior, o sea, el poder.
Cómo se engancha una cosa con la otra. Todas las grandes huelgas recientes de la Argentina se han llevado a cabo en centros neurálgicos de la ingeniería productiva del país. La vanguardia de lucha del movimiento obrero es la que se ha forjado en las huelgas de los puertos del Paraná. Ha frenado la exportación más grande del país durante semanas consecutivas. La lucha del neumático paralizó en conjunto la industria automotriz y generó una crisis ya no sólo en el "comercio exterior" sino en las relaciones internacionales. La editorial del jueves del Cronista fue recomendada por un especialista en asuntos laborales del neumático, todo un cargo. La industria automotriz le ha colocado como condición de acompañamiento a Massa la derrota de la huelga del neumático. La dirección del PO mira para otro lado cuando le suceden las circunstancias históricas en las narices.
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