Los pueblos de América Latina forman parte de un mismo desarrollo histórico. Las clases sociales que habitan sus naciones se hermanan en experiencias y épocas de lucha. Pero no se identifican por un mero imperativo histórico abstracto sino por el contenido político que ha adquirido la dominación capitalista en nuestro continente. Siempre colonias de un imperio con distintas banderas, los países latinos han enfrentado de forma conjunta a sus explotadores e invasores. Los procesos revolucionarios de nuestro continente se encuentran irremediablemente atados unos a otros. El golpe de Estado contra aymaras y bolivianos no se reduce a la lucha por la explotación de los recursos naturales sino que explica el intento del imperialismo y sus grandes burgueses aliados por sostener la dominación capitalista en su etapa de declinación. La caída tendencial de la tasa de ganancia busca ser revertida mediante la reestructuración de las relaciones de producción en todo el continente. Se trata de ...