La
cantidad de habitantes y las particularidades de su desarrollo
histórico y político obligan a los socialistas a distinguir
diferentes tareas según zonas geográficas. Obviamente nuestra
política no puede estar separada de una orientación general, la
cual tiene como punto de partida la ebullición de revoluciones en
todo el mundo y en América Latina en particular. Se trata de
levantamientos masivos de carácter objetivo en el que todas las
clases oprimidas se enfrentan a la dominación capitalista de las
diferentes burguesías nacionales aliadas en todos los casos al
imperialismo. El caso de Ecuador es emblemático porque la rebelión
se
dirige contra un gobierno populista y sus acuerdos de ajuste con el FMI.
dirige contra un gobierno populista y sus acuerdos de ajuste con el FMI.
Más
allá del carácter actual de las revoluciones, todas ellas marcan un
hilo de continuidad con los últimos cincuenta años de lucha de
clases. Por su puesto que el caso más paradigmático es el de Chile
donde las masas se consideran herederas de las luchas revolucionarias
de décadas anteriores. Comprender este punto es crucial para
intervenir en nuestros lugares de militancia. La crisis de deuda
insolventable que estruja a la Argentina se conecta ella misma con el
vaciamiento de los fondos estatales y las privatizaciones menemistas
de los noventa que empujaron a la clase media y al pueblo piquetero a
incendiar nuestro país en el año 2001.
Como
todo el resto del Conurbano, Berazategui fue diseñado y autonomizado
primero de la Capital y luego de Quilmes como un conglomerado
industrial. Fueron los mismos sindicatos estatizados los que
construyeron gigantescos barrios de reservas obreras para los
capitales yanquis y europeos que inauguraban monumentales fábricas y
centros industriales. Berazategui mismo fue denominada la “Capital
Nacional del Vidrio” pues en Rigolleau más de quince mil obreros
soplaban botellas, vasos y todo tipo de vidrio de exportación para
el mundo entero.
Pero
la época de prosperidad declinó de la mano del aumento de la
hiperexplotación que reemplazaba las inversiones tecnológicas por
mano de obra barata. De quince mil obreros, Rigolleau pasó a tener
cinco mil en los noventa. Hoy en día se calcula que en ella trabajan
alrededor de seiscientos. El mismo proceso se reproduce en todo el
distrito y por su puesto en todo el Conurbano y el país donde miles
de fábricas cierran sus puertas sin garantizar ni la continuidad
laboral de los obreros ni mucho menos el desarrollo industrial de la
Argentina. Berazategui, por caso, se transformó en los noventa en un
gran conglomerado de desocupados repleto de villas miseria. De estas
circunstancias materiales nace la vanguardia piquetera que hizo el
argentinazo. Fue esta lucha la que inauguro tanto al Partido como al
Polo Obrero Berazategui que tuvo entre sus filas a la enorme
luchadora Elsa Rodriguez. El Polo pervive sin duda entre la
conciencia popular del pueblo berazateguense por su entrega
incondicional a la lucha piquetera.
El
gobierno de Infanzón, primero y Mussi, después, no sólo fue
cómplice sino responsable del empobrecimiento en nuestro distrito.
Fueron ellos mismos los encargados de cooptar a las direcciones
sindicales que persiguieron a los luchadores que enfrentaban cierres
y despidos. Son además los grandes responsables de la política post
2001 en Berazategui marcada por la entrega masiva de terrenos a los
grandes especuladores inmobiliarios que allí donde había bosques o
lugares habitables en la naturaleza construyeron los más grandes
countries del país para que resida la burguesía nacional con
seguridad privada propia y una policía municipal entrenada en la
represión al pueblo. Dos casos son los más emblemáticos: la
construcción del deposito de mierda en el Río de Berazategui y la
entrega, tala y sequía casual de los humedales de Hudson, la única
reserva en pie de árboles a lo largo de todo el Río de La Plata y
de la cual respiran casi diez millones de bonaerenses. La
contaminación del agua y del aire y los desechos tóxicos que
inundan las calles han gestado en Berazategui un sinnúmero de
epidemias, incluso de enfermedades históricamente erradicadas como
la tuberculosis.
Berazategui
es hoy por hoy un reguero de luchas y de activismo militante. La
vanguardia que se organiza en asambleas, plenarios y reuniones ya ha
tenido sus primeras experiencias de enfrentamiento con la policía
municipal y la bonaerense de Kicilof. En plena rebelión educativa
del año 2018 Berazategui asistió a la movilización más grande de
su historia, con miles de estudiantes y trabajadores copando la
Avenida 14 en defensa de las escuelas técnicas, un valuarte
histórico del distrito al que todos los gobiernos intentan atacar.
Hace sólo unas semanas se ha conformado un nuevo sindicato municipal
que se inauguró con una huelga general que dejó sin recolección de
residuos a Berazategui durante una semana y culminó en una victoria
histórica de los trabajadores. Los docentes se reagrupan también
contra la burocracia azul y celeste y luchan por la conformación de
una nueva lista clasista que recupere su sindicato para las luchas
populares.
Como
se ve, las tareas del movimiento obrero en Berazategui son infinitas.
Requieren sin duda de un agrupamiento que rompa con la política
expulsiva y sectaria que han desarrollado todos los partidos que han
intentado intervenir en la lucha de clases. Requiere de una seria
intervención entre el movimiento obrero activo preparando las
condiciones de una gran huelga general contra Mussi y los gobiernos
nacionales y provinciales. Se necesita de la coordinación de todas
las luchas que atraviesan el distrito. Es imperiosa la organización
política de los jóvenes que se despiertan y se colocan del lado del
pueblo que lucha. Es hora, en definitiva, de poner manos a la obra.
ML
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